martes, 16 de septiembre de 2008

LA SEQUÍA ARRASA A LA ARGENTINA: NO SIEMPRE EL QUE LAS HACE LAS PAGA

Para una buena parte de los productores agropecuarios se trata de la peor sequía de los últimos 20 años; muchos otros no recuerdan nada peor en el último medio siglo. Sin embargo, por la extensión y profundidad de la sequía, estamos enfrentando un hecho sin precedentes y nada hace suponer que la situación no siga de mal en peor.

Según el Servicio Meteorológico Nacional, la sequía que padece gran parte del país se debe a una disminución de las lluvias desde 2007 como consecuencia de una conjunción de factores climáticos, principalmente al fenómeno de "La Niña", es decir, a un enfriamiento por debajo del promedio de la temperatura del mar a la altura del ecuador, que enfría el aire, el cual absorbe menos vapor y trae menos lluvias. La verdad es mucho más penosa:

La producción agroindustrial de soja a gran escala con fines de exportación conlleva graves consecuencias para el medio ambiente y la salud de nuestras comunidades y ecosistemas. Presenciamos la destrucción de la tierra fértil, el desmonte de los bosques nativos, la contaminación de la tierra y el agua con agrotóxicos, las fumigaciones con glifosato de los campos, la pérdida de biodiversidad, el desalojo de miles de campesinos agricultores, inequidad social, la pobreza, la malnutrición, la pérdida de nuestra soberanía alimentaria y, por supuesto, los efectos catastróficos en el clima.

Las pérdidas económicas son cuantiosas y se siguen incrementando: cerca de 1000 millones de dólares sólo por la disminución en la superficie sembrada con trigo y maíz. Rápidamente nos vamos acercando al millón de cabezas de ganado perdidas en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, La Pampa, Chaco, Río Negro y Corrientes.

Salvo la costa este de la provincia de Buenos Aires, Misiones, una delgada franja en el este de Corrientes y una angosta en el sudoeste de Mendoza, oeste de Neuquén y noroeste de Río Negro, el resto de La Argentina está padeciendo una sequía pavorosa. En la zona ubicada en el noroeste de Santa Fe, noreste de Córdoba, este de Santiago del Estero, centro del Chaco y Formosa, la sequía es absoluta. En esa zona, y en el mejor de los casos, las lluvias que cayeron en lo que va del año representan apenas una quinta parte de los “valores normales para la zona”. En Río Negro, el gobierno provincial declaró diversas áreas como "zona de desastre agropecuario". Prácticamente ninguna de las áreas productivas de La Argentina se salva de los efectos de “la seca”.

En Buenos Aires, la reducción de la superficie sembrada de trigo es del orden del 30%; en Córdoba el retroceso ronda el 50% y en el Chaco directamente no se pudo sembrar trigo y el área dedicada al girasol se redujo a la mitad. El maíz tampoco se va a salvar de la merma.

Las vacas muertas forman parte no sólo del paisaje Chaqueño. La devastación llegó hasta Pergamino, a dos horas de la Capital Federal. No sólo no hay agua, no hay qué darles de comer y los tamberos las venden por nueve pesos o sacrifican a sus terneros. Las vacas que sobreviven no producen ni la tercera parte de la leche a la que estaban habituadas. La mortandad de peces en los ríos de la zona más castigada es también altísima.

En las represas de Alicurá, Piedra del Águila y Arroyito cuentan cada gota de sus embalses. Las chacras del Alto Valle y el Valle Medio rionegrinos están pagando el precio de una política energética poco menos que improvisada.

Engañosamente algunos comparan la actual sequía con la ocurrida a fines de los ’60 o la de fines de los ‘80. Esta es muy diferente, la merma en las lluvias se viene experimentando ya desde el invierno del año pasado. Nos guste o no, lo venimos advirtiendo hace años, la sequía llegó para quedarse.

Este panorama desolador desde el punto de vista económico es la perfecta contracara de la catástrofe ambiental que venimos denunciando. La devastación de nuestros recursos naturales, particularmente nuestros bosques nativos por el avance de la frontera agropecuaria de la mano del paquete tecnológico de los transgénicos es la causa principal de esta sequía de proporciones bíblicas. La sequedad de la tierra es proporcional a la ambición de nuestros gobernantes y empresarios que han sacrificado nuestros sistemas naturales en el altar de la revolución biotecnológica en lo que configura, lo hemos dicho tantas veces, una economía de saqueo a gran escala. Un perfil productivo de neto corte minero.

Ciegos de toda ceguera, el poder “ejecutivo”, en un alarde de patetismo, hace pocos días declaró en emergencia a cinco de las provincias agropecuarias afectadas y anunció una ayuda financiera para paliar los efectos de la sequía. ¿Repondrán el bosque que se llevaron? ¿El único que puede devolvernos las tan ansiadas lluvias? Los dirigentes ruralistas no parecen más lúcidos (o más honestos): el presidente de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, dijo ayer que “el actual sistema de emergencia y desastre agropecuario es ineficiente y tardío”, y “reclamó una asistencia extraordinaria urgente”. Buzzi, y nos ponemos a su disposición, necesita una clase urgente de ecología.

La sequía también ha catalizado enorme cantidad de focos de incendio, muchos de ellos intencionales con el propósito de liberar tierras para la soja trasladando el ganado a zonas marginales. Más de veinte importantes incendios se registraron durante los últimos días en Santa Fe. Tampoco Corrientes se salva del infierno. En Córdoba, las llamas avanzan en un frente de 30 kilómetros en la zona de las Sierras Chicas y el Valle de Punilla afectando zonas cercanas a La Falda, Capilla del Monte y La Cumbre. Mientras tanto, la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Romina Picolotti, y el gobernador de esa provincia, Juan Schiaretti (que debe su carrera política a los patriarcas sojeros y aceiteros), sobrevuelan la zona afectada por los incendios. Podemos quedarnos tranquilos.

En San Juan, provincia donde las mineras está produciendo un verdadero “holocausto hidráulico”, consumiendo y contaminando cientos de litros de agua por segundo, el gobernador José Luís Gioja decidió tener un gesto de “solidaridad” con las provincias afectadas por la sequía: dispuso la adquisición y el envío de 190.000 fardos de forraje para alimentar los animales moribundos. Se nos llenan los ojos de lágrimas…

Los grandes medios hacen un esfuerzo enorme para mostrar a la sequía como fenómenos aislados y localizados. Sin embargo se trata de un fenómeno sistémico, la respuesta de una tierra enferma arrasada por los agronegocios. Mal que nos pese, el futuro ya llegó…

M.S.
Programa del 4 de septiembre de 2008

PROMESAS SOBRE EL BIDET

La Argentina enfrenta, en el 2009, vencimientos de deuda por unos 20.000 millones de dólares pero su superávit primario sonda los 12.000 millones. Como para ir preocupándose... "Cuando uno mira las herramientas que tiene en política financiera y política fiscal la Argentina, a ninguno, a nadie bien intencionado le puede caber dudas que Argentina va a cumplir con todos y cada uno de sus compromisos, con las herramientas que crea más conveniente para las rentas públicas y la sociedad" dijo ayer el jefe de Gabinete, Sergio Massa, durante el seminario "Latinoamérica y el cambio en la economía global" organizado por el Consejo de las Américas, en el Hotel Alvear.

Al Jefe de Gabinete lo acompañaban los ministros de Economía, Carlos Fernández, y Ciencia y Tecnología, Lino Barañao [1], el presidente del Banco Central y otrora “golden boy” del menemismo, Martín Redrado y el embajador argentino en Estados Unidos, Héctor Timerman. Pero lo miraban fijo a los ojos el embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Earl Anthony Wayne y el secretario adjunto de Asuntos Hemisféricos norteamericano, Thomas Shannon, el responsable de las relaciones del gobierno de George Bush con América Latina.

Massa destacó que "la Argentina es un país amigable para aquellos que quieran venir a invertir, mucho más amigable para aquellos que enterraron un dólar y quieran seguir enterrando dólares, porque eso significa más trabajo para los argentinos".
¿No sienten un pequeño escalofrío al repasar estas declaraciones? Lo paradójico es que cuesta decidir si lo más grave fue lo que Massa dijo o, más bien, dónde lo dijo…

La historia contemporánea puede resultar un acertijo indescifrable si no se entiende el rol del Clan Rockefeller en el devenir de la misma. Resulta particularmente inquietante entender cómo juega sus cartas el súper banquero estadounidense, David Rockefeller, nieto del megamillonario magnate petrolero John D. Rockefeller, fundador de la Standard Oil, petrolera de cuyo seno nació la Exxon Mobil.

David fue el arquitecto del Chase Manhattan Bank, conocido en la actualidad como JP Morgan Chase & Co, y supo colocar a personeros de su clan en los lugares más estratégicos del poder económico y financiero mundial. Uno de los aspectos más significativos de esta estrategia fue la habilidad para crear grupos de influencia capaces de constituir un verdadero gobierno mundial en las sombras. Nos referimos, entre otros, al Club Bilderberg, a la Comisión Trilateral y, por supuesto, al Council on Foreign Relations (que podríamos traducir como el Consejo de Relaciones Internacionales) que conforman un aceitado entramado de asociaciones que ha sabido proveer de funcionarios a gobiernos, organismos internacionales y empresas de manera de alinear unos y otros con los interesas corporativos globalizados.

Rockefeller es también fundador (1965) y Presidente honorífico del Consejo de las Américas que funciona en tándem con la Sociedad de las Américas. Estas instituciones reúnen y coordinan intereses económicos y políticos estadounidenses en América del Sur. Al “Council of the Americas” lo integran las empresas norteamericanas con intereses en los países de la región, mientras que la “Americas Society” lo integran conspicuas personalidades del “Council on Foreign Relations” provenientes de distintas regiones del patio trasero continental.

El vínculo entre el “Consejo de las Américas” y el “Council on Foreign Relations” es más que evidente. El Presidente Emérito del “Americas Society” es George W. Landau quien fuera Embajador norteamericano en Venezuela en 1982, en Chile (1977-82) y en Paraguay (1972-77). Este bruñido miembro del “Council on Foreign Relations” es Asesor Principal de la Coca Cola para Latinoamérica. Preside e integra el directorio del “Americas Society”, William R. Rhodes, Vicedirector del Citigroup y miembro del directorio de la petrolera Conoco-Phillips. Este aportante a la campaña del republicano John McCain también integra el “Council on Foreign Relations”. La Presidente y Directora Ejecutiva de la “America Society”, anfitriona del seminario "Latinoamérica y el cambio en la economía global" organizado por el Consejo de las Américas, en el Hotel Alvear, nos referimos a Susan L. Segal, es casi una figura decorativa, pero es la mano derecha de David Rockefeller, lo que no es poca cosa.

El otro cuerpo de este lobby siamés lo conforman representantes de empresas de influencia global, mucha de ellas con mayor poder económico que varios países del planeta. Integran el directorio del “Council of the Americas” corporaciones financieras del tenor de la J.P. Morgan, Merrill Lynch, Bank of America, Credit Suisse, Citigroup (Citibank), Deutsche Bank y Morgan Stanley; automoctrices como Ford Motor , General Motors y Chrysler; las petroleras Exxon Mobil, ConocoPhillips (la misma que se devorara a la estatal rusa Lukoil), Chevron, Shell; los laboratorios Merck, Pfizer, Johnson & Johnson, Schering y Novartis; productoras y comercializadoras de alimentos como Coca-Cola, PepsiCo, Wal-Mart, McDonald's, Bunge, Cargill, Procter & Gamble; monstruos informáticos del tenor de IBM, Microsoft, Hewlett-Packard, Intel, Cisco Systems y Microsoft, señores de la guerra como la Raytheon, etc., etc.. La lista es digna de ser recorrida en detalle pero de la misma destacamos a dos viejos conocidos: Monsanto y Barrick Gold [2].

En su propio website [3], el Consejo de las Américas se define como “una organización de negocios cuyos miembros comparten un compromiso común con el libre comercio y los mercados abiertos en todo el continente americano. Nuestros programas y las actividades de promoción tienen por objeto informar, alentar y promover mercados libres e integrados en beneficio de las empresas que forman nuestra membresía, así como de los Estados Unidos y todos los pueblos de las Américas”. Y hace un voto de fe neoliberal al afirmar que “el Consejo apoya estas políticas en la creencia de que proporcionan un medio eficaz para lograr el crecimiento económico y la prosperidad de la que los intereses empresariales de sus miembros dependen”. Conmovedor…

A ver si queda claro, Massa no prometió pagar la deuda externa ante simples “empresarios norteamericanos” como consignaron los grandes medios sino, lisa y llanamente, ante quienes manejan los recursos de un planeta entero…

M.S.
Programa del 28 de agosto de 2008.

[1] Ver, en este mismio blog, la nota titulada “FLOR DE LINO” en http://pllradio.blogspot.com/2007/11/flor-de-lino.html
[2] Ver, en este mismo blog, la nota titulada “EL LADO OSCURO DEL PLANETA BARRICK” en http://pllradio.blogspot.com/2007/09/el-lado-oscuro-del-planeta-barrick.html y ” SAN GUILLERMO, MÁRTIR DE LA MINERÍA” en http://pllradio.blogspot.com/2008/01/san-guillermo-mrtir-de-la-minera.html
[3] Ver http://coa.counciloftheamericas.org/page.php?k=mission

LAS "BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS" DE LA AAPRESID

En la Bolsa de Comercio y en el Hotel Plaza Real de Rosario, del 12 al 15 de agosto, AAPRESID realizó su XVI Congreso donde presentó la “Agricultura Certificada”, un proyecto que nace en el seno de la organización, marcando la “evolución” de la Siembra Directa. “Un hito que funda las bases de una nueva revolución en el sector agropecuario” según los organizadores del congreso.

En su congreso, la institución habló de que su sistema incorpora un conjunto de herramientas que reciben el nombre de “Buenas Prácticas Agrícolas” y que incluyen la rotación, la inclusión de los cultivos de cobertura, el manejo integrado de malezas, insectos y enfermedades, la nutrición balanceada, la reposición de nutrientes y el uso racional y profesional de “insumos externos”.

Dice AAPRESID “que la siembra directa cambió los paradigmas de la agricultura, iniciando una nueva era. Son más los suelos que producen y menores los riesgos de erosión. De igual forma, en numerosos casos, la productividad ha aumentado, por mejora de la fertilidad física y química (sic); y por la mayor eficiencia en la economía del agua. La organización asegura que “… se reduce el consumo de combustibles fósiles empleado en el laboreo, crece el secuestro de carbono por aumento de materia orgánica, y ambas consecuencias ayudan a mitigar el efecto invernadero”.

Durante cuatro días, 2.000 personas participaron del XVI Congreso de AAPRESID. Todos quisieron figurar en el lugar donde se cocina el modelo agrario argentino. Durante el evento, los “RRófilos” [1] presentaron la Agricultura Certificada como “una herramienta de gestión profesional para garantizar que se produce respetando al medio ambiente”. Sin embargo fue el propio Santiago Lorenzatti (vocal de la comisión directiva de AAPRESID) quien reconoció que "en general, globalmente, nuestra forma de producir no es sustentable ambientalmente” y que “hasta ahora hemos degradado los suelos y en los próximos años la presión sobre los recursos naturales va a ser mayor". En un hallazgo de originalidad Lorenzatti advirtió que la demanda de alimentos crece vertiginosamente, y que "en 50 años la población se va a duplicar" y, por ende, a los sojeros se plantean dos opciones: expandir el área agrícola o ser más eficientes en las tierras actuales. Hasta ahora siempre han optado por la primera a costa de arrasar cuanto ecosistema se interpusiera en sus caminos.

Había que defender al gobierno y Horacio Verbitsky cuidó su pluma más que nunca para denunciar las “bondades” de la siembra directa. ¿Por qué no antes? ¿Es que acaso el kirchnerismo nunca cuestionó el modelo? La realidad es que nunca lo cuestionó, es más, varios de sus personeros pidieron (en pleno conflicto agrario) a no “demonizar la soja”. Dice Verbitsky en el diario “Página 12” del 4 de Mayo de 2008 algunas verdades que suscribimos:

“AAPRESID se define como una ONG propia de la sociedad del conocimiento, preocupada por la ética, la conservación del medio ambiente y la responsabilidad empresaria. Nuclea a 1.500 productores, pero también a las principales empresas de la cadena agroalimentaria, entre ellas las grandes exportadoras y las productoras y comercializadoras de semillas modificadas por métodos genéticos y de los insumos que se emplean para su cultivo, entre ellos los agrotóxicos, como Monsanto, Syngenta, Bayer, YPF Fertilizantes o Nidera”. También Basf, Pioneer, PASA Fertilizantes (Petrobrás) y Profertil (Repsol), acotamos nosotros.

Señala Verbitsky: “Su objetivo (el de AAPRESID) es difundir el método de la siembra directa en el que la Argentina ya es líder mundial, con 70 por ciento de la superficie agrícola trabajada de ese modo, contra 6 por ciento en el mundo. Desde aquí, la soja transgénica se extendió a los países vecinos lo cual obligó a Brasil a levantar una prohibición que se había vuelto de cumplimiento imposible”

Verbitsky olvidó, y era un buen punto para señalar, que el plan de distribución de soja para alimentar a los hambreados del ajuste duhaldista, el llamado “Plan Soja Solidaria” fue una iniciativa de la AAPRESID a sabiendas de que la soja no es para consumo humano y que su consumo agrava los casos de desnutrición infantil.

Muchas veces hablamos de la cooptación que las corporaciones de los agronegocios han hecho de los organismos oficiales. A confesión de parte, relevo de prueba: Andrés Sylvestre Begnis, Coordinador General de la asociación, expresó que “AAPRESID y el INTA trabajan en perfecta sintonía, siempre pensando en estar un paso adelante de lo que el productor demande”. Sylvestre Begnis aseguró: “(...) lo que intentamos hacer con esta agricultura sustentable es adaptar la tecnología en función del ambiente y poder maximizar el potencial que tenga ese ambiente”. La realidad indica que siempre han hecho exactamente lo contrario, han puesto al medio ambiente a merced de los paquetes tecnológicos de transgénicos y agrotóxicos.

A razón de $10.000 por cada 500 ha, el “curro” (como diría el personaje de Altavista) de la agricultura certificada redituará unos buenos dineros a la empresa SGS Argentina con quien AAPRESID firmó un convenio de exclusividad para los próximos cuatro años, por la asistencia técnica que ofreció la compañía en algunos aspectos del sistema de calidad. De esta manera, el proceso de certificación se convertirá en un costo adicional para los bolsillos de los agricultores pequeños.

Cuando AAPRESID enumera los beneficios del sistema de “siembra directa”, sostiene que no requiere arar la tierra y permite sembrar sobre el rastrojo, aumentando la productividad, mejorando la fertilidad, conservando los recursos hídricos y reduciendo el consumo de combustible. La realidad habla de degradación, erosión e impermeabilización de terrenos, de colapso hídrico, de contaminación de napas y cursos de aguay de las gravísimas consecuencias para la vida animal y la salud humana que producen las fumigaciones con glifosato (y otros herbicidas terribles) que forman parte inseparable del paquete tecnológico que impulsa AAPRESID. Como si fuera poco, a este panorama devastador, es imprescindible agregarle las deforestaciones galopantes que están transformando nuestro clima así como el éxodo de los pobladores ancestrales que abandonas sus tierras originarias y la consecuente pérdida de sus saberes campesinos.

En su best-seller “El mundo según Monsanto”, la periodista Marie Monique Robin [2] reproduce una entrevista con el médico entrerriano Darío Gianfelici, quien afirma que, con varios colegas, constató un aumento muy significativo de anomalías de la fecundidad, como los abortos espontáneos, las muertes fetales precoces, las disfunciones de la tiroides y del aparato respiratorio, de las funciones renales o endocrinas, de enfermedades hepáticas y dermatológicas o de problemas oculares graves. El Dr. Gianfelici también advirtió sobre “los efectos que pueden tener los residuos de Round Up (la marca comercial del glifosato de Monsanto) que ingieren los consumidores de soja” puesto que algunos de sus componentes son perturbadores endocrinos. Los especialistas han documentado que en la región ha habido un número importante de casos de bebés que nacen sin uno o ambos testículos o cuya uretra no llega al final del pene y de nenas que comienzan a menstruar a los tres años.

AAPRESID pretende desarrollar un “Sistema de Gestión de Calidad Ambiental y Productiva en Agricultura de Conservación” que, ajustado a indicadores de base científica, permitirán “medir el impacto de la agricultura sobre el ambiente, foco de la certificación del proceso de la siembra directa”. Dios nos libre.…

M.S.
Programa del 21 de agosto de 2008

[1] Reciben el nombre de soja o maíz RR aquellas semillas que han sido modificadas por ingeniería genética para transferirles la cualidad de ser resistente al herbicida glifosato, patentado por Monsanto, cuya marca comercial es “Round Up”. Las patentes de las semillas transgénicas del tipo RR (Round Up Ready), por esas casualidades, pertenecen también a esa misma corporación.
[2] Ver en este mismo blog nuestra nota “EL MUNDO SEGÚN MONSANTO” en http://pllradio.blogspot.com/2008/04/el-mundo-segn-monsanto.html

SORPRENDIDO CON LAS MANOS EN LA MASSA

Cuando el pasado martes 22 de Julio, el ex Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, presentaba su renuncia a la presidente Cristina Elizabeth Fernández de Kirchner, le explicaba que tomó su decisión con "la certeza de que se abre una nueva instancia en su Gobierno, en la cual usted pueda contar con un nuevo elenco de colaboradores." Por su parte, el funcionario entrante, Sergio Massa, declaraba a Radio 10 (cuándo no) que estaba “sorprendido” y “orgulloso”, y que la “presidenta” le había pedido “que fuera muy abierto al diálogo con los gobernadores, con los intendentes, con los legisladores” y que trabajara “muy fuerte en la consolidación de las instituciones en la Argentina”. La “sorpresa” de Massa, para quienes conocen el derrotero político del ex intendente de Tigre resultaba poco creíble…

A poco de conocerse la noticia de su designación como Jefe de Gabinete, Sergio Massa prometió “ser leal, casi una rueda de auxilio de la Presidenta". Esta “rueda de auxilio”, a pesar de su juventud, ya pasó por varios vehículos todoterreno o, más bien, carrozas de comparsa. Sergio Massa surgió a la arena política en la ultraliberal Unión de Centro Democrático, de Álvaro Alsogaray. Se enamoró de los dorados noventa y celebró el mismo sistema jubilatorio privado de las AFJPs que ahora critica. Más tarde, de la mano del ex secretario de Deportes del menemismo, Fernando “Pato” Galmarini, Massa se hizo peronista. Porque, al fin y al cabo, como dijo el General, “todos somos peronistas”.

Siempre saltando de padrino en padrino, Ramón “Palito” Ortega acercó al joven Massa al hombre fuerte del conurbano bonaerense, Eduardo Duhalde. Desde el Ministerio de Trabajo, la mujer de Luis Barrionuevo, Graciela Camaño, lo propuso para hacerse cargo de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) durante el interinato presidencial de Duhalde.

Sergio Massa compite en obsecuencia con el propio Daniel Scioli (lo cual es mucho decir) y continúa su cargo en la ANSES pero ahora con Néstor Kirchner como macho alfa de la runfla peronista. Un par de años después, Massa encabeza la lista de diputados que coloca, en 2005, a Cristina Fernández como senadora por la Provincia de Buenos Aires (provincia que no la contaba dentro de su padrón electoral lo que le impidió votar en el distrito por el que se presentaba).

Sin embargo, lúcido para distinguir que caja estaba más nutrida de pesos, Massa renuncia a la banca para la que fue elegido y sigue al frente de ANSES. Desde ahí y utilizando al club de fútbol Tigre como trampolín “gana” la intendencia del partido homónimo. En 2005, el titular de la ANSES, se convirtió en algo más que el padrino del Club Tigre. El club estaba en convocatoria de acreedores, con una de deuda cercana al 1.300.000 pesos, y Massa le acercó algunos auspiciantes de peso, como Casino Trilenium y Banco Macro, que le permitieron armar un plantel competitivo con el cual ascender a la primera categoría. El proyecto Massa Intendente estaba en marcha.

La campaña electoral del 2007 por la intendencia fue de las más penosas que recuerde el Partido de Tigre. La publicidad era tan abrumadora como opresiva y se realizaron una enorme cantidad de actos e inauguraciones con la presencia de Massa junto a alguno de los Fernández, a Scioli, a De Vido e incluso el propio Néstor Kirchner. La pregunta cae por su propio peso ¿por qué necesitaba Néstor Kirchner que un “leal” como Massa, con la inigualable fe de los conversos, maneje los destinos de un puerto cercano a Buenos Aires? Podría haber apuntado a cualquier otro partido…

Sergio Massa hasta tuvo su momento de gloria en el “Bailando por un sueño” de Marcelo Tinelli haciéndose el divertido y vistiendo la camiseta del, ahora, club de sus amores. Valgan estas líneas de reconocimiento para quien se enriqueciera entreteniendo a la gilada durante el menemismo -y más acá- repitiendo bloopers enlatados, perpetrando bromas pesadas a los desprevenidos y enroscando meretrices en distintos tipos de estructuras tubulares. Todo un empresario del espectáculo televisivo.

Cuando hace exactamente un año, en el Club Glorias, Massa lanzaba su candidatura a Intendente de Tigre, convocó a soñar “junto a Cristina (Fernández), (Daniel) Scioli, el presidente Néstor Kirchner". En esa oportunidad, acompañaban a Massa impresentables intendentes de la talla de Julio Pereyra (Florencio Varela), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Hugo Curto (Tres de Febrero), Fernando Amieiro (San Fernando) y Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas). El otrora gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, comentó que Massa representaba "una brisa de aire fresco".

Esa “brisa” vería cumplido su “sueño” de la manera más bochornosa, y no sólo por el vagón de dinero oficial gastado en la campaña. El Frente para la Victoria competía con la oficialista Acción Comunal de Ernesto Casaretto que venía realizando una discreta gestión. Como las encuestas preliminares no le eran favorables a la lista oficialista, el kirchnerismo sacó un conejo de la galera y creó una lista “espejo” de un nombre y una iconografía que llamaba a confusión: así nació “Acción para crecer”. El día de la elección los punteros del Frente para la Victoria barrieron con las boletas de Acción Comunal, esto permitió que, en el apuro, muchos votantes desprevenidos metieran la boleta de la otra “Acción” en la urna. El resultado fue que Acción Comunal obtuvo el 42 % los votos y el Frente para la Victoria cerca del 39% pero Massa terminó victorioso sumando el 8% acumulado por la efímera Acción para Crecer. Una jugada perfecta que le permitió a Massa autoproclamarse muy rápidamente ganador a pesar de haber salido técnicamente segundo. Cosas de la “nueva política” a la que suscribe, que duda cabe, Sergio Massa.

Al haber ganado “con lo justo”, Massa se vio obligado, cuando decidió aceptar la Jefatura de Gabinete, a pedir licencia como Intendente de Tigre y no arriesgarse a una nueva elección por temor a un resultado adverso. A juzgar por cómo llegó, creemos que hizo bien.

En el acto de asunción del intendente de Tigre estuvieron presentes, como corresponde, jugadores y cuerpo técnico del Club Atlético Tigre. Pero también estuvieron los empresarios Paolo Rocca, de Techint, y Jorge Brito, del banco Macro. Entonces, cuando Cristina Kirchner lo eligió como Jefe de Gabinete, ¿por qué Sergio Massa se sintió tan sorprendido?

M.S.
Programa del 14 de agosto de 2008