El tema del medio ambiente no ha ocupado ni medio segundo en los discursos de los principales candidatos. “Prendé la Luz” se ha tomado el trabajo de hurgar en las plataformas electorales de cada uno de ellos, a excepción, claro está, de la candidata oficialista, Cristina Fernández de Kirchner, que ni siquiera tiene plataforma…
La cuestión ambiental va tomando cada vez mayor relevancia, no sólo porque en esto van nuestras vidas, sino porque además en pocas circunstancias el sistema socioeconómico muestra sus insalvables contradicciones como en la depredación ambiental que produce. Quizá por esto mismo es que los candidatos eluden una discusión profunda sobre el tema.
La Coalición Cívica (Elisa Carrió) plantea como principio estratégico el de “proteger, desarrollar y utilizar racionalmente los recursos naturales de la Nación de forma estratégica y equilibrada con la necesidad de preservar el medio ambiente”. Sin embargo, a pesar de proponer modificar el vergonzoso código de minería, manifiesta un “apoyo integral a los emprendimientos que tengan como objetivo la explotación de materiales de alto valor gemológico y comercial”. Esta idea luce contradictoria al proponer, a la vez, “establecer la obligatoriedad de la consulta pública vinculante como paso previo a la obtención de permiso minero”. La CC promete dar la “lucha contra la desertificación, la gestión y conservación del aire y los recursos marítimos”, defender el “acceso de la población a la información ambiental”, fomentar la participación de la población “en la toma de decisiones, audiencias y consultas públicas” y “crear fiscalías ambientales” y un “cuerpo de peritos especializados”.
Por su parte Recrear (López Murphy) propone “jerarquizar a los profesionales de la Administración Ambiental”, “implementar la gestión integral” de residuos y plantea la necesidad de “una campaña en serio de educación ambiental”. En la plataforma de Recrear, el tema medioambiental parece quedar circunscrito a las cloacas y la basura. Poco y nada.
Para Una Nación Avanzada (Roberto Lavagna) el plan ambiental debe afirmarse sobre el principio del “uso sustentable de los recursos naturales a fin de mantener un stock de recursos renovables adecuado para evitar la depredación y satisfacer las necesidades de las generaciones futuras”. Propone implementar los “Códigos de Conducta de la FAO en materia de pesca, actividades forestales y uso de agroquímicos” y “una matriz energética con un mayor peso de las fuentes renovables de energía y una disminución de la dependencia sobre los combustibles fósiles”. Es decir, la naturaleza en tanto materia prima para la economía. UNA pretende “impulsar la ley de presupuestos mínimos para la protección del bosque nativo y la aprobación de una ley de presupuestos mínimos para el uso de agroquímicos peligrosos, a fin de asegurar un umbral seguro de salud y calidad de vida de las poblaciones en todo el país”. ¿Recordará el electorado que fue el propio Lavagna quien autorizó el uso del maíz RR de Monsanto? Lavagna propone “promover el desarrollo de corredores biológicos y reservas privadas con fines de conservación de la diversidad biológica en cada una de las eco-regiones hasta lograr un mínimo de 10% de conservación del área de cada eco-región”.
El Proyecto Sur (Pino Solanas) propone un “riguroso control para eliminar la contaminación de la tierra, el agua y el aire” (¿no será mucho?) y promete la “suspensión definitiva de la minería a cielo abierto, de la deforestación y la devastación del monte nativo, con medidas para implementar su restauración y protección”.
El Partido Obrero (Néstor Pitrola) plantea la “nacionalización de las industrias contaminantes, auditorias independientes de todas ellas, para estudiar su cierre o reconversión bajo gestión obrera” y la “convocatoria a un congreso nacional de las asambleas ambientales para llevar adelante este programa”.
Es curioso: ni a derecha ni a izquierda se ha dado importancia al tema ambiental. Ninguno de los candidatos ha planteado la emergencia ambiental que padece nuestro país. Quizá porque unos y otros no entiendan de qué se trata la cuestión, porque no comprendan la magnitud del ecocidio. O quizá, porque analizar detenidamente la catástrofe ecológica sólo sirva para mostrar las profundas contradicciones entre sus respectivos discursos y el lenguaje de la Madre Tierra. Ignorancia e interés creado son dos caras de una misma moneda que está acabando con gran parte de la vida de nuestro planeta…
M. S.
La cuestión ambiental va tomando cada vez mayor relevancia, no sólo porque en esto van nuestras vidas, sino porque además en pocas circunstancias el sistema socioeconómico muestra sus insalvables contradicciones como en la depredación ambiental que produce. Quizá por esto mismo es que los candidatos eluden una discusión profunda sobre el tema.
La Coalición Cívica (Elisa Carrió) plantea como principio estratégico el de “proteger, desarrollar y utilizar racionalmente los recursos naturales de la Nación de forma estratégica y equilibrada con la necesidad de preservar el medio ambiente”. Sin embargo, a pesar de proponer modificar el vergonzoso código de minería, manifiesta un “apoyo integral a los emprendimientos que tengan como objetivo la explotación de materiales de alto valor gemológico y comercial”. Esta idea luce contradictoria al proponer, a la vez, “establecer la obligatoriedad de la consulta pública vinculante como paso previo a la obtención de permiso minero”. La CC promete dar la “lucha contra la desertificación, la gestión y conservación del aire y los recursos marítimos”, defender el “acceso de la población a la información ambiental”, fomentar la participación de la población “en la toma de decisiones, audiencias y consultas públicas” y “crear fiscalías ambientales” y un “cuerpo de peritos especializados”.
Por su parte Recrear (López Murphy) propone “jerarquizar a los profesionales de la Administración Ambiental”, “implementar la gestión integral” de residuos y plantea la necesidad de “una campaña en serio de educación ambiental”. En la plataforma de Recrear, el tema medioambiental parece quedar circunscrito a las cloacas y la basura. Poco y nada.
Para Una Nación Avanzada (Roberto Lavagna) el plan ambiental debe afirmarse sobre el principio del “uso sustentable de los recursos naturales a fin de mantener un stock de recursos renovables adecuado para evitar la depredación y satisfacer las necesidades de las generaciones futuras”. Propone implementar los “Códigos de Conducta de la FAO en materia de pesca, actividades forestales y uso de agroquímicos” y “una matriz energética con un mayor peso de las fuentes renovables de energía y una disminución de la dependencia sobre los combustibles fósiles”. Es decir, la naturaleza en tanto materia prima para la economía. UNA pretende “impulsar la ley de presupuestos mínimos para la protección del bosque nativo y la aprobación de una ley de presupuestos mínimos para el uso de agroquímicos peligrosos, a fin de asegurar un umbral seguro de salud y calidad de vida de las poblaciones en todo el país”. ¿Recordará el electorado que fue el propio Lavagna quien autorizó el uso del maíz RR de Monsanto? Lavagna propone “promover el desarrollo de corredores biológicos y reservas privadas con fines de conservación de la diversidad biológica en cada una de las eco-regiones hasta lograr un mínimo de 10% de conservación del área de cada eco-región”.
El Proyecto Sur (Pino Solanas) propone un “riguroso control para eliminar la contaminación de la tierra, el agua y el aire” (¿no será mucho?) y promete la “suspensión definitiva de la minería a cielo abierto, de la deforestación y la devastación del monte nativo, con medidas para implementar su restauración y protección”.
El Partido Obrero (Néstor Pitrola) plantea la “nacionalización de las industrias contaminantes, auditorias independientes de todas ellas, para estudiar su cierre o reconversión bajo gestión obrera” y la “convocatoria a un congreso nacional de las asambleas ambientales para llevar adelante este programa”.
Es curioso: ni a derecha ni a izquierda se ha dado importancia al tema ambiental. Ninguno de los candidatos ha planteado la emergencia ambiental que padece nuestro país. Quizá porque unos y otros no entiendan de qué se trata la cuestión, porque no comprendan la magnitud del ecocidio. O quizá, porque analizar detenidamente la catástrofe ecológica sólo sirva para mostrar las profundas contradicciones entre sus respectivos discursos y el lenguaje de la Madre Tierra. Ignorancia e interés creado son dos caras de una misma moneda que está acabando con gran parte de la vida de nuestro planeta…
M. S.
Programa del 25 de octubre de 2007
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