Multiplicando el camino de la unidad pero con la escasez de recursos propia de quienes hacen “todo a pulmón”, decenas de organizaciones ambientalistas se concentraron en Plaza de Mayo en lo que constituyó la Segunda Marcha Nacional Ambiental bajo la consigna “basta de contaminación ambiental, saqueo y destrucción”. Asimismo, presentaron un documento en la Casa Rosada donde exigen medidas concretas en cumplimiento del compromiso firmado por el ex presidente Kirchner y todos los gobernadores el 3 de mayo de 2006 en Gualeguaychú y por el cual asumían los problemas ambientales como causa nacional. También se exigió la urgente declaración de la emergencia ambiental nacional y regional y la inmediata aplicación del principio de licencia social o consulta popular previa. A estas consignas se sumó el reclamo de la derogación de las leyes mineras, el saneamiento de las cuencas del Riachuelo, Reconquista y Del Plata, el tratamiento integral de la basura y el grito de “paren de fumigar”, “no a los monocultivos”.
Se notó claramente que las asambleas que luchan contra las pasteras aportaron menos gente que hace un año pero, al mismo tiempo, se pudo observar una variedad mucho mayor de organizaciones, que no solamente soportaron estoicamente el sol abrasador de un 12 del 12 a las 12, sino que vienen de un enorme sacrificio de lucha en todos los confines del territorio argentino y que realizaron un enorme esfuerzo para llegar hasta la Plaza de Mayo de esta Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Las organizaciones solicitaron apoyo a los medios de comunicación que desarrollan el tema ambiental haciendo visibles los problemas que fundamenta la declaración de la emergencia. Esta carencia es más que evidente para los medios alternativos de información, sin embargo “Prendé la Luz” marchó junto a los ambientalistas de todo el país.
La declaración presentada al Ejecutivo y leída durante la segunda Marcha Nacional Ambiental es una buena síntesis de la realidad ambiental de La Argentina que, sin dudas, es peor que hace un año. De dicho documento hemos extractado los párrafos más significativos:
“No estamos mejor que hace un año, por el contrario, soportamos 365 días más de un impacto ambiental y de un saqueo a los bienes comunes con el mismo efecto exponencial, responsabilidad de los acuerdos entre los gobiernos y las corporaciones empresariales”.
“Hoy reafirmamos nuestra lucha en repudio de la política gubernamental; la destrucción y el saqueo en todo el país por parte de los monopolios extranjeros y de sus socios locales. Sostenemos y defendemos la decidida movilización y la lucha de pueblos como Gualeguaychú, Esquel, Famatina, Pituil, Chilecito y Chañar Muyo junto con otros pueblos de la cordillera (y) comunidades indígenas como Lonko Purrán que en la provincia de Neuquén, entre otros. Como resultado de esta lucha y resistencia de las comunidades, ya son seis las provincias que sancionaron leyes que prohíben la minería a cielo abierto con uso de sustancias tóxicas: Chubut, Río Negro, La Rioja, Tucumán, La Pampa y Mendoza”.
“La Cordillera de los Andes, fábrica de agua, cuna de glaciares de roca, se extingue debido a la actividad del depredador minero que interrumpe su ciclo natural (y) requiere de cuantiosos volúmenes de agua, de compuestos químicos tóxicos y de energía subsidiada. En este mismo marco se halla la lucha en el litoral al recibir el impacto feroz de las fábricas de pasta de celulosa que, curiosamente, requieren de iguales insumos que las transnacionales mineras: agua, suelo y energía, que falta o escasea en sus países de origen”.
“El salvaje proceso de expansión de las fronteras agropecuarias para atender a los mercados externos, fundamentalmente con la soja y ahora con los mal llamados biocombustibles, destruyendo e incendiando montes y bosques nativos, elimina economías regionales y avanza sobre tierras no aptas para la agricultura, expulsando a miles de pequeños productores y trabajadores del campo, que terminan engrosando las villas miserias de las grandes ciudades y generando amplios territorios inundables. El problema del sobrepastoreo y la consiguiente erosión del suelo; el hacinamiento y engorde de ganado que persigue un rinde que prevalece sobre una alimentación sana; la pérdida de los cinturones verdes hortícolas, la fumigación de pesticidas sobre cultivos y poblaciones; son patrones de producción agropecuaria que nos distancian cada día más de la soberanía alimentaria”.
“Las pesquerías continentales y marítimas (están) en franco proceso de agotamiento por sobreexplotación a favor de empresas extranjeras. La contaminación del Reconquista y el Luján; la depredación y contaminación del Delta y sus humedales y de la cuenca del Matanza-Riachuelo (demuestran) que este genocidio ambiental no se soluciona con los meros paliativos”.
El documento destaca un tema sobre el que hemos alertado en PLL:
“La Argentina no es ajena a otros proyectos de dominación que azotan a los países de América Latina, como la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana, plan que viene avanzando y que consiste en la construcción de la infraestructura necesaria para concretar el saqueo de los bienes comunes y (por la que) los estados se endeudan en beneficio de los sectores económicos que dominan el mercado mundial”.
“Este panorama nos demuestra que las tierras y los bienes comunes de nuestro país están en la mira de los grandes intereses capitalistas nacionales y extranjeros, razón por la cual las comunidades que allí habitan constituyen un obstáculo para su apropiación y explotación. La militarización en las zonas en disputa; la aprobación de leyes como la llamada “antiterrorista”, intentando aplicarlas a quienes se resisten; y la judicialización y criminalización de las luchas, manteniendo hoy más de cinco mil luchadores/as populares procesados, forman parte del cuadro de situación que busca hacer desaparecer los obstáculos que impiden concretar los grandes negociados".
La Declaración de la Segunda Marcha Nacional Ambiental cerró con una reafirmación contundente: “Reivindicamos nuestros métodos de lucha: asambleas, movilizaciones, cortes; son el camino que tomamos frente a gobiernos que no dan respuesta. No nos arrodillamos. Estamos dispuestos a defender con la lucha nuestros bienes comunes y el derecho a una vida digna para todos”.
Primero fue una generación desaparecida casi por completo; luego fue la instalación del miedo a participar; siguieron con nuestras estructuras sociales y nuestros derechos laborales; hoy vienen por lo que queda: nuestra naturaleza, nuestra base de sustento, nuestra tierra, esa porción de vida en el planeta que nos identifica y nos fraterniza con nuestros hermanos latinoamericanos y con todos aquellos que sufrimos la imposición de un modelo extractivo que saca mucho y solo deja destrucción, dolor y pobreza…
M. S.
Se notó claramente que las asambleas que luchan contra las pasteras aportaron menos gente que hace un año pero, al mismo tiempo, se pudo observar una variedad mucho mayor de organizaciones, que no solamente soportaron estoicamente el sol abrasador de un 12 del 12 a las 12, sino que vienen de un enorme sacrificio de lucha en todos los confines del territorio argentino y que realizaron un enorme esfuerzo para llegar hasta la Plaza de Mayo de esta Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Las organizaciones solicitaron apoyo a los medios de comunicación que desarrollan el tema ambiental haciendo visibles los problemas que fundamenta la declaración de la emergencia. Esta carencia es más que evidente para los medios alternativos de información, sin embargo “Prendé la Luz” marchó junto a los ambientalistas de todo el país.
La declaración presentada al Ejecutivo y leída durante la segunda Marcha Nacional Ambiental es una buena síntesis de la realidad ambiental de La Argentina que, sin dudas, es peor que hace un año. De dicho documento hemos extractado los párrafos más significativos:
“No estamos mejor que hace un año, por el contrario, soportamos 365 días más de un impacto ambiental y de un saqueo a los bienes comunes con el mismo efecto exponencial, responsabilidad de los acuerdos entre los gobiernos y las corporaciones empresariales”.
“Hoy reafirmamos nuestra lucha en repudio de la política gubernamental; la destrucción y el saqueo en todo el país por parte de los monopolios extranjeros y de sus socios locales. Sostenemos y defendemos la decidida movilización y la lucha de pueblos como Gualeguaychú, Esquel, Famatina, Pituil, Chilecito y Chañar Muyo junto con otros pueblos de la cordillera (y) comunidades indígenas como Lonko Purrán que en la provincia de Neuquén, entre otros. Como resultado de esta lucha y resistencia de las comunidades, ya son seis las provincias que sancionaron leyes que prohíben la minería a cielo abierto con uso de sustancias tóxicas: Chubut, Río Negro, La Rioja, Tucumán, La Pampa y Mendoza”.
“La Cordillera de los Andes, fábrica de agua, cuna de glaciares de roca, se extingue debido a la actividad del depredador minero que interrumpe su ciclo natural (y) requiere de cuantiosos volúmenes de agua, de compuestos químicos tóxicos y de energía subsidiada. En este mismo marco se halla la lucha en el litoral al recibir el impacto feroz de las fábricas de pasta de celulosa que, curiosamente, requieren de iguales insumos que las transnacionales mineras: agua, suelo y energía, que falta o escasea en sus países de origen”.
“El salvaje proceso de expansión de las fronteras agropecuarias para atender a los mercados externos, fundamentalmente con la soja y ahora con los mal llamados biocombustibles, destruyendo e incendiando montes y bosques nativos, elimina economías regionales y avanza sobre tierras no aptas para la agricultura, expulsando a miles de pequeños productores y trabajadores del campo, que terminan engrosando las villas miserias de las grandes ciudades y generando amplios territorios inundables. El problema del sobrepastoreo y la consiguiente erosión del suelo; el hacinamiento y engorde de ganado que persigue un rinde que prevalece sobre una alimentación sana; la pérdida de los cinturones verdes hortícolas, la fumigación de pesticidas sobre cultivos y poblaciones; son patrones de producción agropecuaria que nos distancian cada día más de la soberanía alimentaria”.
“Las pesquerías continentales y marítimas (están) en franco proceso de agotamiento por sobreexplotación a favor de empresas extranjeras. La contaminación del Reconquista y el Luján; la depredación y contaminación del Delta y sus humedales y de la cuenca del Matanza-Riachuelo (demuestran) que este genocidio ambiental no se soluciona con los meros paliativos”.
El documento destaca un tema sobre el que hemos alertado en PLL:
“La Argentina no es ajena a otros proyectos de dominación que azotan a los países de América Latina, como la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana, plan que viene avanzando y que consiste en la construcción de la infraestructura necesaria para concretar el saqueo de los bienes comunes y (por la que) los estados se endeudan en beneficio de los sectores económicos que dominan el mercado mundial”.
“Este panorama nos demuestra que las tierras y los bienes comunes de nuestro país están en la mira de los grandes intereses capitalistas nacionales y extranjeros, razón por la cual las comunidades que allí habitan constituyen un obstáculo para su apropiación y explotación. La militarización en las zonas en disputa; la aprobación de leyes como la llamada “antiterrorista”, intentando aplicarlas a quienes se resisten; y la judicialización y criminalización de las luchas, manteniendo hoy más de cinco mil luchadores/as populares procesados, forman parte del cuadro de situación que busca hacer desaparecer los obstáculos que impiden concretar los grandes negociados".
La Declaración de la Segunda Marcha Nacional Ambiental cerró con una reafirmación contundente: “Reivindicamos nuestros métodos de lucha: asambleas, movilizaciones, cortes; son el camino que tomamos frente a gobiernos que no dan respuesta. No nos arrodillamos. Estamos dispuestos a defender con la lucha nuestros bienes comunes y el derecho a una vida digna para todos”.
Primero fue una generación desaparecida casi por completo; luego fue la instalación del miedo a participar; siguieron con nuestras estructuras sociales y nuestros derechos laborales; hoy vienen por lo que queda: nuestra naturaleza, nuestra base de sustento, nuestra tierra, esa porción de vida en el planeta que nos identifica y nos fraterniza con nuestros hermanos latinoamericanos y con todos aquellos que sufrimos la imposición de un modelo extractivo que saca mucho y solo deja destrucción, dolor y pobreza…
M. S.
Programa del 13 de diciembre de 2007
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