jueves, 3 de julio de 2008

COLAPSO PESQUERO: UN VACÍO AZUL PROFUNDO

La Fundación Vida Silvestre de Argentina advirtió que la merluza común (hubssi), principal recurso pesquero del país, está al borde del colapso por exceso de capturas. Según el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero de La Argentina, en los últimos 20 años la población adulta de merluza se redujo 70%. Vida Silvestre aseguró que las medidas de preservación adoptadas por las autoridades fueron insuficientes, que se declara menos de lo que se pesca y hay descarte. La Auditoría General de la Nación denunció que las "falencias" en la fiscalización de esta actividad llevaron a una "alarmante depredación" de la merluza.

A principios del 2004, desde los micrófonos de “Prende la Luz” alertamos a nuestros oyentes respecto de que estábamos al borde de un colapso del sistema pesquero, situación que se prolongaba desde finales de los ’90. En dicha oportunidad dimos cuenta de algunos datos significativos que hoy repasamos y actualizamos:

El escenario de los caladeros argentinos se caracteriza por la pesca excesiva, el descarte de las especies ya capturadas y la degradación del medio acuático y costero [1]. Durante los ‘80 la flota argentina capturaba unas 400.000 toneladas anuales entre merluza hubbsi, calamar illex y langostino. Sin embargo, hacia 1992 la modificación del ordenamiento legal realizada por el menemismo produjo una verdadera privatización del recurso: se permitió el arrendamiento de buques extranjeros, la transferencia de permisos de pesca y se le otorgó en 1994 un cupo de 250.000 toneladas a la Unión Europea. El consiguiente ingreso de flota extranjera elevó la captura anual a más de un millón de toneladas y las exportaciones pasaron de los 300 a los 1000 millones de dólares. Los números de la depredación son contundentes: las exportaciones pesqueras argentinas superaron 1.100 millones de dólares en 2007.

La biomasa de la merluza comenzó a descender cuando la captura superó las 250.000 toneladas, es decir, el valor histórico de mediados de los ‘80. Inmerso en una crisis de proporciones y hacia el cierre de su primer mandato, la Secretaría de agricultura, ganadería, pesca y alimentación del kirchnerismo decide fijar un tope de capturas de 270.000 toneladas, 20% menor a las definidas para el 2007.

La explotación pesquera, como otras tantas, repite el carácter “minero” del resto de la economía argentina. La escandalosa sobrepesca terminó por enfrentar a las corporaciones de buques congeladores y factorías, que realizan procesos a bordo y se llevan casi el 70% de las capturas, con las empresas locales de buques fresqueros que procesan sus capturas en plantas en tierra. Las congeladoras y factorías se llevan más de la mitad de la merluza hubbsi y casi el ciento por ciento del calamar y el langostino. La cantidad de pescado que tiran al mar por tratarse de “pesca incidental” en muchos casos alcanza la cuarta parte de la captura y tiene un impacto anual del 40% sobre la biomasa. Este “desperdicio” se valúa en más de 200 millones de dólares.

Esta depredación redujo la biomasa de la merluza hubbsi a casi la tercera parte desde mediados de los 80 al presente. En los últimos 20 años, la población de adultos de merluza común disminuyó un 70%. La merluza alcanza su madurez a los 4 años pesando algo más de medio kilo. Hoy por hoy, la proporción de individuos maduros del total de la captura es del 5% y la población se concentra en los dos primeros grupos de edad (hasta dos años). Esto implica un feroz retroceso de la capacidad reproductora de la especie puesto que ha caído drásticamente la llamada “biomasa reproductiva” de la merluza producto de esta economía de saqueo. En 2004 más del 70% de la mortalidad por pesca se ejercía sobre el grupo de edad de primera madurez (alrededor de dos años). La biomasa total y reproductiva de la merluza está en los valores más bajos de la historia, según el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero. Esta situación ubica a la merluza argentina, siendo más que optimistas, en la antesala del agotamiento del recurso [2].

Como consecuencia del vejamen ambiental de la sobrepesca, las capturas de merluza se dificultan al igual que la del langostino y el calamar. Los informes del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero, con sede en Mar del Plata, son contundentes y confirman los pronósticos de quienes hace años venimos dando nuestra señal de alarma por un nuevo colapso en la pesca en el Mar Argentino.

La declaración de la emergencia pesquera votada en 1999 confinó la operación de la flota congeladora a zonas de bajas densidades de merluza ubicadas al sur del paralelo 48º y estableció límites de captura por buque para la flota fresquera. La inacción de las autoridades, inoperancia de los controles y las medidas cautelares otorgadas por jueces de Rawson y Ushuaia la flota congeladora hizo de las medidas pura letra muerta.

A la administración argentina le sobran denuncias de corrupción e irregularidades en el otorgamiento de las licencias de pesca lo que convierte al Estado en el principal depredador del mar toda vez que no controla a las empresas pesqueras. En 2001 una auditoria realizada por un equipo de especialistas de la Universidad de Buenos Aires, financiados por la misma Secretaría de Agricultura, reveló abrumadoras violaciones a las normas vigentes. Ese informe, entre otros, fue ignorado por el ejecutivo kirchnerista puesto que tocaba fibras sensibles como los contactos entre el poder político y los intereses empresariales.

Ya no se puede tapar el sol con las manos: en los primeros cinco meses de 2007 se desembarcaron 122.000 toneladas de merluza al sur y al norte del paralelo 41, cuando para la misma fecha de 2006 sólo en el stock sur se había descargado una cantidad similar. Las exportaciones del año pasado cayeron respecto de las del 2006 un 20% en volúmenes y un 7% en montos. El mar está diciendo basta pero nadie escucha ese clamor.

Hacia el cierre de su mandato la administración anterior tuvo que reconocer la destrucción del caladero pero el nuevo ejecutivo a cargo de Cristina Fernández de Kirchner no esta haciendo nada para evitar el colapso pesquero. La explotación pesquera sigue desde la reestructuración menemista de la pasada década, una política de destrucción por la entrega ilegal de nuestros recursos pesqueros. El eslabón de la cadena más frágil de la industria pesquera es el "filetero" y sobre él recae inmediatamente el problema de la falta de materia prima [3].

El Subsecretario de Pesca de Kirchner, Gerardo Nieto [4], volvió a autorizar el reingreso de buques congeladores al norte del paralelo 48º y fijó las cuotas de captura en unas 460.00 toneladas.
De esta manera, en el 2006, la administración Kirchner celebró con bombos y platillos el supuesto éxito de haber superado los 1229 millones de dólares en exportaciones de pescados y mariscos. Realmente no había nada que festejar a menos que sea motivo de celebración que las grandes flotas de buques factoría estén agotando la mayoría de los caladeros del mundo y desde hace unos años hayan venido por nosotros…

M.S.
Programa del 19 de junio de 2008

[1] Ver en este mismo blog la nota titulada “UN PINGÜINO EMPETROLADO" en
http://pllradio.blogspot.com/2008/01/un-pingino-empetrolado.html
[2] La Ley federal de Pesca Nº 24922 dice en su Artículo 1°: “La Nación Argentina fomentará el ejercicio de la pesca marítima en procura del máximo desarrollo compatible con el aprovechamiento racional de los recursos vivos marinos. Promoverá la protección efectiva de los intereses nacionales relacionados con la pesca y promocionará la sustentabilidad de la actividad pesquera, fomentando la conservación a largo plazo de los recursos, favoreciendo el desarrollo de procesos industriales ambientalmente apropiados que promuevan la obtención del máximo valor agregado y el mayor empleo de mano de obra Argentina.” Pura letra muerta…
[3] Ver en este mismo blog la nota titulada “PESCADO RABIOSO” en http://pllradio.blogspot.com/2008/01/pescado-rabioso.html

[4] Gerardo Nieto fue puesto en el “freezer” por la actual presidente, Cristina Kirchner, y a mediados de marzo se hartó de esperar su confirmación como otros tantos prohombres del riñón kirchnerista que ocupaban cargos públicos en el gobierno de Néstor Kirchner, dejando su cargo vacante. Ver http://www.pescaypuertos.com.ar/a08/20080328_nieto.html

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