sábado, 17 de mayo de 2008

EL TESORO MÉDICO DE LA BIODIVERSIDAD

Entre los días 12 y 16 de mayo se está realizando en Bonn, Alemania, la cuarta reunión de la Conferencia de Partes del Protocolo de Cartagena sobre bioseguridad (MOP4). Asimismo, del 19 al 30 de mayo se llevará a cabo, en esa misma ciudad, la novena reunión de la Conferencia de las Partes (COP 9) del Convenio sobre Diversidad Biológica. El año pasado, el tema principal de la conferencia estuvo relacionado con el cambio climático y este año el foco estará puesto en la agricultura. El llamado Protocolo de Cartagena en Bioseguridad se adoptó en 2000 como un acuerdo suplementario a la Convención en Diversidad Biológica del año 1992 (Río de Janeiro) procura acotar los efectos nocivos de la biotecnología sobre la diversidad biológica [1].

El modelo de agronegocios basado en monocultivos transgénicos viene destruyendo sistemáticamente el hábitat natural de muchas especies. De manera que, sin duda, el tema de los transgénicos y los biocombustibles estarán sobre la mesa de debate de la COP9, pero además, serán motivo de debate los árboles transgénicos y las semillas "terminator" [2].

Pocos días antes de la MOP4/COP9 salió a la luz, editado por la Universidad de Oxford en Inglaterra, un revelador libro titulado “Vida sustentable: cómo la salud humana depende de la biodiversidad” que describe los peligros que enfrenta la vida humana por las inconmensurables pérdidas que sufre la medicina como consecuencia de la megaextinción de las especies que padece la naturaleza.

De continuar la escandalosa tasa de pérdida de biodiversidad que padece actualmente el planeta, se perderá para siempre la posibilidad de descubrir una nueva generación de antibióticos, nuevos tratamientos para atacar enfermedades óseas así como terapias oncológicas. Así lo afirman en este nuevo y revolucionario libro sus autores, Eric Chivian y Aaron Bernstein, quienes trabajan en el Centro para la Salud y el Medio Ambiente Global de la Escuela de Medicina de Harvard. Ellos se encargaron, además, de compilar trabajos de un centenar de reconocidos científicos.

Los autores de “Sustaining Life” señalan que la investigación de las ranas de incubación gástrica podría haber revelado nuevos conocimientos para la prevención y el tratamiento de úlceras pépticas en humanos. Pero estos estudios no pudieron ser continuados porque esas especies de ranas se extinguieron y sus valiosos secretos médicos se han ido para siempre.

Los anfibios (ranas, sapos, salamandras, etc.) producen, en su hábitat natural, una amplia gama de sustancias novedosas. La rana venenosa panameña produce pumiliotoxinas, útiles en el tratamiento de enfermedades cardíacas. Por su parte, los alcaloides que produce la rana venenosa de Ecuador podría ser la fuente de una nueva generación de analgésicos. A esto hay que sumarle los compuestos antibacteriales que produce la piel de ranas y sapos, o sustancias que ofrecen alternativas novedosas para tratar la hipertensión. La capacidad de regenerar tejidos musculares del corazón, tejidos nerviosos y hasta órganos completos que tienen algunos anfibios es también digna de estudio, sólo que la tercera parte de estas especies está en peligro serio de extinción.

Hay más: El ácido ursodeoxicólico, que se encuentra en la vesícula biliar de algunas especies de osos, se utiliza para prevenir la acumulación de la bilis durante el embarazo, disolver cálculos biliares y prolongar la vida de los pacientes con cirrosis biliar primaria, dándoles más tiempo para encontrar un trasplante de hígado. Pero, lamentablemente, nueve especies de oso están amenazadas de extinción.

Varios productos farmacéuticos, que incluyen descongestionantes, antiepilépticos y drogas oncológicas, ya han sido aislados de las gimnospermas (grupo que incluye a las coníferas, por ejemplo). Sin embargo, de las aproximadamente 1000 especies de gimnospermas identificadas, muchos grupos, tales como las cícadas, han sido clasificados bajo peligro de extinción. A la lista de especies amenazadas de las cuales se pueden obtener compuestos útiles para novedosos tratamientos médicos en humanos tenemos que sumar a los caracoles cono, los tiburones y los cangrejos de herradura, todos en la lista roja de la extinción [3].

Lo que la naturaleza hace por nosotros, si lo pudiéramos valorizar de alguna manera, excede por mucho el producto económico de toda la economía mundial. Sin embargo la contabilidad capitalista no lo tiene en cuenta en sus libros a pesar de que ninguna tecnología humana podría reemplazar los servicios que los ecosistemas nos entregan segundo a segundo. Los ecosistemas, los que todavía subsisten, purifican el aire y el agua, desintoxican y descomponen los residuos, regulan el clima, regeneran la fertilidad de suelo y hacen lo imposible para mantener de la biodiversidad.

Las actividades humanas están deteriorando hasta límites insospechados los procesos biológicos que se traducen en ese tipo de servicios [4]. Para que estos regalos de la naturaleza nos sigan siendo dados debemos preservar a toda costa la biodiversidad que es la esencia del funcionamiento de los ecosistemas. Cada ser vivo cumple una multitud de funciones específicas en esta enorme superestructura viva que algunos pioneros de la ecología bautizaron como Gea. Gea trabaja no sólo para subsistir sino para hacer más habitable la biosfera. Nosotros, los humanos, nos comportamos como virus depredadores aniquilando el cuerpo vivo que nos hospeda. A los servicios mencionados ahora agreguémosle la polinización, la dispersión de semillas, las protecciones de nuestras costas de la erosión del mar y las olas, del efecto letal de los rayos ultravioletas provenientes del sol. Todo eso y mucho más le es dado a la más ingrata de las criaturas vivientes que pisa este planeta: el ser humano.

M.S.
Programa del 15 de mayo de 2008.

[1] Más información en “Bienvenido a la COP9” http://www.cbd.int/cop9/

[2] Recomendamos la nota publicada por Biodiversidad en Amércia Latina bajo el título "La amenaza de los árboles transgénicos" en http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/39143
[3] Ver en este mismo blog las notas tituladas “LA LISTA ROJA DE LA EXTINCIÓN” en http://pllradio.blogspot.com/2007/09/la-lista-roja-de-la-extincin.html
y “MEGAEXTINCIÓN: CON LA VENDA EN LOS OJOS” en http://pllradio.blogspot.com/2007/09/megaextincin-con-la-venda-en-los-ojos.html
[4] “Las campesinas y los campesinos del mundo conservan y renuevan desde milenios la biodiversidad vegetal y animal. Ante las graves amenazas que pesan hoy sobre la biodiversidad a la vez salvaje y agrícola, pedimos a los Gobiernos signatarios del Convenio sobre la Biodiversidad reconocer el papel primordial de las agriculturas campesinas para luchar contra la erosión de la biodiversidad y los cambios climáticos y reorientar de manera radical las políticas nacionales e internacionales que destruyen a las comunidades rurales del mundo entero. Los ponemos en guardia contra las falsas soluciones - la OGM, los agrocarburantes y los monocultivos forestales- que, lejos responder a los problemas, empeoran más la situación marginalizando aún a los pequeños productores. La solución: la diversidad de las culturas humanas y la biodiversidad de las plantas y animales”.
Extracto del documento “La agricultura campesina, solución a los retos de la biodiversidad y el cambio climático” elaborado por La Vía Campesina.
http://www.viacampesina.org/main_sp/index.php?option=com_content&task=view&id=516&Itemid=37

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