viernes, 7 de septiembre de 2007

ALUAR O LO MEJOR DE NUESTRA ENERGÍA

Diez trabajadores de la construcción ya no contarán el cuento: nos referimos a los diez obreros que trabajaban en la construcción de un silo en la planta metalúrgica de la empresa Aluar en la ciudad chubutense de Puerto Madryn. Sobre los obreros cayó el techo de hormigón de un silo de unos 50 metros de altura, además, otros tres trabajadores se encuentran internados en grave estado.
Aluar adjudicó la construcción del silo a la empresa INFA que, a su vez, subcontrató a Cadel Construcciones. Los obreros de INFA habían sido agredidos pocos días antes por la patota de la UOCRA para que no se solidaricen con la lucha de los empleados de Aluar. La misma UOCRA nunca informó sobre la situación legal de los trabajadores pero, eso sí, adhirieron a los tres días de duelo.No son pocos los que en Madryn hablan de negligencia empresaria: uso de materiales de mala calidad, falta de capacitación y el apuro serían las verdaderas razones del desastre. La causa por fue caratulada como homicidio culposo, pero puede cambiar con el resultado de las presiones de la empresa de Javier Madanes.
Curiosamente, esos mismos operarios, la semana anterior, habían protagonizado un conflicto sindical por un reclamo de salarios que incluyó el despido de 110 trabajadores por parte de la empresa. La mayoría de las víctimas era bolivianos, quizá por eso es que fue desde el hospital y cuando llegó el primer herido que se dio aviso a bomberos y policía de lo que había ocurrido. ¿Habrá sido intención de Aluar esconder con escombros la tragedia? Nunca se sabrá, lo que si sabemos es que Aluar mata pero desde hace mucho…
Como documentó Hipólito Solari Yirgoyen en su libro titulado “El escándalo Aluar”, la Planta de Aluminio de Aluar en Puerto Madryn es quizá el mayor negociado de los instalados en tierra patagónica. Comienza durante la dictadura del general Onganía (por presión de la Fuerza Aérea) y se consolida durante el último gobierno de Perón y de Isabel Perón. El 84% del capital de la empresa privada fue adelantado por el Estado y sería devuelto por Aluar luego de varios años de gracia y sin intereses en forma de dinero depreciado por la inflación. Las evidencias de corrupción en torno a Aluar no sólo alcanzan a la planta sino que incluyen al puerto y al complejo hidroeléctrico de Futaleufú que produce la energía eléctrica que Aluar devora.
A principios de los setenta se inicia la construcción simultánea de la represa de Futaleufú en la cordillera chubutense a unos 30 Km. de la ciudad de Esquel y la planta de Aluminios Argentinos que a partir del mineral importado de Australia y con la energía provista desde Futaleufú, distante a 650 Km. de Puerto Madryn, comienza la producción de alúmina. Desde sus inicios, y por más de 25 años, Aluar envió desechos al Golfo Nuevo y al ambiente casi sin restricciones.
Existen estudios que hablan de una alta contaminación que ha traído aparejado un fuerte crecimiento de enfermedades cancerígenas en la ciudad de Puerto Madryn, muy por encima de la media provincial. La acción de organizaciones no gubernamentales y del mismo gobierno provincial forzó a Aluar a mejorar sus instalaciones para evitar gran parte de sus emisiones.
La producción de una tonelada de aluminio genera de 2 a 3 mil m3 de gases residuales, con monóxido de carbono, partículas de carbón y alquitranes, polvo de alúmina, ácido fluorhídrico y fluoruros gaseosos y en partículas. El proceso emite 28 kilos de flúor por tonelada de aluminio producido.
Durante muchos años la población de Chubut denunció la operatoria de esta planta con sus cubas abiertas aunque en los pliegos de la licitación se anunciaban herméticas y con equipo de eliminación de gases a tiraje forzado. Hasta hace unos años las celdas eran abiertas y sin tiraje forzado para los gases, con un daño aún hoy incalculable para la población, fauna y flora del Chubut y sureste de Río Negro. El flúor produce afecciones cardíacas y respiratorias, cáncer, aumento en la tasa de abortos y malformaciones congénitas.
Como en los ’70, el Estado participa en el desarrollo de Aluar: en el proyecto de la ampliación que permitirá a la empresa pasar de una producción de 272.000 a 400.000 toneladas de aluminio anuales, la promoción estatal alcanza los $280M en concepto de devolución anticipada del IVA y $410M en concepto de amortización acelerada en el Impuesto a las Ganancias.
Es decir, el Estado K de $1200M, se le dieron $600M a una sola empresa, pagándosele el 35% de su proyecto de inversión con desgravaciones impositivas, para que generara 204 puestos de trabajo, lo que implica un costo fiscal de $3.381.451 pesos por puesto de trabajo. Durante el primer semestre de 2006 Aluar exportó 72.938 toneladas de aluminio, por un monto de $190M. Siendo una empresa monopólica con semejante nivel de ingresos, casi nula creación de empleo y una rentabilidad que supera el 22% ¿para qué los subsidios? Quizá Kirchner y Lavagna tengan la respuesta.
Para Aluar no hay crisis energética, Aluar se come la energía eléctrica el equivalente a una ciudad de más de un millón de habitantes (casi 800 MW, de esto el 40% se produce a gas). El presidente Néstor Kirchner y el gobernador del Chubut Mario Das Neves estaban apurados por inaugurar el 20 de julio esta ampliación. Este apuro y la voracidad empresaria se llevaron la vida de los obreros que trabajaban en el quinto silo de depósito de materia prima, uno de los proyectados para duplicar la exportación de aluminio al exterior. Aluminio que se produce con materia prima importada porque lo que les importa, y no es un ocurrencia mía, es poder llevarse lo mejor de nuestra energía…
M.S.
Programa del 28 de junio de 2007

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