En Paraguay ya son más de 16.300 casos y 12 muertos por el dengue. Toda una pandemia. Esta situación mantiene en alerta a las autoridades de salud de las cuatro provincias limítrofes del norte argentino donde existen más de 40 personas afectadas por dengue. En nuestro país, generó 126 casos a lo largo de 11 provincias del país. El ministro de Salud Ginés González García mantuvo reuniones en la ciudad de Formosa con los titulares de las carteras sanitarias de Chaco, Misiones, Jujuy, Salta, Corrientes y Formosa para analizar el cuadro de situación generado ante la propagación del dengue en el norte del país. Es probable que se converse, además, de un posible intercambio de repelentes y medicamentos entre las provincias de Corrientes y Formosa. "Vamos a trabajar con los ministros de varias provincias como lo hacemos todos los años para controlar el dengue en nuestro país", afirmó González García.
La Red Solidaria propuso hoy formar un Centro de Información con instituciones del Estado y con organizaciones comunitarias para desarrollar una "estrategia común" contra el dengue. Según la organización "el mosquito Aedes aegypti se encontraría ya en 17 provincias argentinas y habría 115 casos confirmados además de 400 pacientes en estudio". El Gobierno de Paraguay ha lanzado un llamamiento internacional de ayuda, para solicitar la colaboración directa de otros países ante la imposibilidad de contener la epidemia para solucionar la epidemia de dengue visceral. Sin embargo, el dengue no es una plaga bíblica…
El dengue es una enfermedad de origen tropical (Asia y el Caribe) que se contrae a través de la picadura del mosquito Aedes infectado, generalmente durante las temporadas de lluvia. El dengue se caracteriza por el desarrollo rápido de una fiebre que puede durar entre cinco y siete días, con dolores intensos de cabeza, articulares, musculares y erupción en extremidades. La forma hemorrágica del dengue es más grave y causa la muerte hasta en el 50% de los casos. El dengue se puede manifestar comúnmente entre cuatro y siete días. No existe un tratamiento específico para el dengue.
Curiosamente, en Paraguay, varios muertos por dengue no presentaban síntomas de la versión hemorrágica pero registraron complicaciones no conocidas en el país de esa enfermedad tales como la inflamación del cerebro, el pulmón o el hígado, que producen un fallo interno general que provoca la pérdida de fuerza del riego sanguíneo que finalmente deriva en el fallecimiento de la persona.
Puede sonar reiterativo pero el cambio climático causa de la muerte prematura de millones de personas en los países subdesarrollados. El calentamiento global es el responsable del importante incremento de los casos de malaria y dengue. La pandemia está fuera de control en el Paraguay, pero la Argentina no está a salvo. Cometimos los mismos pecados ambientales. Otra enfermedad potenciada por el cambio climático es la encefalitis viral, también trasmitida por un mosquito. Un caso de encefalitis del Nilo Occidental, un virus sin antecedentes en humanos en Argentina, fue detectado en Córdoba a fines del año pasado.
Para dimensionar el impacto del dengue: dos quintos de la población mundial están en riesgo de contagio (2500 millones), más de cien países han sufrido brotes de dengue, la incidencia anual, a principios de siglo, era superior a los 50 millones de infectados, 500.000 hospitalizados y 25.000 muertes.
Los factores climáticos potencian la efectividad de los vectores al afectar su multiplicación, su maduración y período de peligrosidad. Algunas enfermedades surgidas son antiguas zoonosis de animales huéspedes que han invadido a la población humana después de haberse producido cambios climáticos importantes. Quienes se reían de los que hace años advertíamos sobre estas consecuencias hoy comienzan a preocuparse porque verifican como las enfermedades tropicales comienzan a penetrar en zonas otrora frías o templadas. El dengue, como otras afecciones reemergentes (fiebre amarilla, difteria, paludismo), reaparecen ligadas a los fenómenos de deforestación. La deforestación adquiere en Paraguay, Bolivia, Brasil y, muy particularmente, la Argentina la categoría de catástrofe ambiental.
En un gesto de grave imprudencia, Ginés González García, aseguró que nuestro país (campeón mundial en deforestación) está "bien preparado" para controlar el dengue. Lo que el periodismo oculta es que el dengue no sólo está fuera de control en el Paraguay, lo está a nivel mundial ya que los casos se duplican cada diez años y en América el aumento de la última década fue de 10 veces. Conforme vaya aumentando la temperatura, las enfermedades que traen los mosquitos se van a propagar de manera alarmante, infectando a millones de personas…
La Red Solidaria propuso hoy formar un Centro de Información con instituciones del Estado y con organizaciones comunitarias para desarrollar una "estrategia común" contra el dengue. Según la organización "el mosquito Aedes aegypti se encontraría ya en 17 provincias argentinas y habría 115 casos confirmados además de 400 pacientes en estudio". El Gobierno de Paraguay ha lanzado un llamamiento internacional de ayuda, para solicitar la colaboración directa de otros países ante la imposibilidad de contener la epidemia para solucionar la epidemia de dengue visceral. Sin embargo, el dengue no es una plaga bíblica…
El dengue es una enfermedad de origen tropical (Asia y el Caribe) que se contrae a través de la picadura del mosquito Aedes infectado, generalmente durante las temporadas de lluvia. El dengue se caracteriza por el desarrollo rápido de una fiebre que puede durar entre cinco y siete días, con dolores intensos de cabeza, articulares, musculares y erupción en extremidades. La forma hemorrágica del dengue es más grave y causa la muerte hasta en el 50% de los casos. El dengue se puede manifestar comúnmente entre cuatro y siete días. No existe un tratamiento específico para el dengue.
Curiosamente, en Paraguay, varios muertos por dengue no presentaban síntomas de la versión hemorrágica pero registraron complicaciones no conocidas en el país de esa enfermedad tales como la inflamación del cerebro, el pulmón o el hígado, que producen un fallo interno general que provoca la pérdida de fuerza del riego sanguíneo que finalmente deriva en el fallecimiento de la persona.
Puede sonar reiterativo pero el cambio climático causa de la muerte prematura de millones de personas en los países subdesarrollados. El calentamiento global es el responsable del importante incremento de los casos de malaria y dengue. La pandemia está fuera de control en el Paraguay, pero la Argentina no está a salvo. Cometimos los mismos pecados ambientales. Otra enfermedad potenciada por el cambio climático es la encefalitis viral, también trasmitida por un mosquito. Un caso de encefalitis del Nilo Occidental, un virus sin antecedentes en humanos en Argentina, fue detectado en Córdoba a fines del año pasado.
Para dimensionar el impacto del dengue: dos quintos de la población mundial están en riesgo de contagio (2500 millones), más de cien países han sufrido brotes de dengue, la incidencia anual, a principios de siglo, era superior a los 50 millones de infectados, 500.000 hospitalizados y 25.000 muertes.
Los factores climáticos potencian la efectividad de los vectores al afectar su multiplicación, su maduración y período de peligrosidad. Algunas enfermedades surgidas son antiguas zoonosis de animales huéspedes que han invadido a la población humana después de haberse producido cambios climáticos importantes. Quienes se reían de los que hace años advertíamos sobre estas consecuencias hoy comienzan a preocuparse porque verifican como las enfermedades tropicales comienzan a penetrar en zonas otrora frías o templadas. El dengue, como otras afecciones reemergentes (fiebre amarilla, difteria, paludismo), reaparecen ligadas a los fenómenos de deforestación. La deforestación adquiere en Paraguay, Bolivia, Brasil y, muy particularmente, la Argentina la categoría de catástrofe ambiental.
En un gesto de grave imprudencia, Ginés González García, aseguró que nuestro país (campeón mundial en deforestación) está "bien preparado" para controlar el dengue. Lo que el periodismo oculta es que el dengue no sólo está fuera de control en el Paraguay, lo está a nivel mundial ya que los casos se duplican cada diez años y en América el aumento de la última década fue de 10 veces. Conforme vaya aumentando la temperatura, las enfermedades que traen los mosquitos se van a propagar de manera alarmante, infectando a millones de personas…
M.S.
Programa del 8 de marzo de 2007
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