viernes, 7 de septiembre de 2007

LA TOPADORA SOJERA

La semana pasada, la Bolsa de Cereales informó que, tal como se preveía, la campaña agrícola de soja cerró con un nuevo récord en el país, cosechándose 47,5 millones de toneladas. El informe destacó también la "muy buena performance" que tuvieron “las provincias norteñas, en especial la de Tucumán en el noroeste de la Argentina y la de Santiago del Estero en el nordeste del país”.

La superficie sembrada de soja en La Argentina supera hoy las 16 millones de hectáreas, cuatro veces más que la superficie de Holanda. El informe en cuestión dice que “se hubieran obtenido cifras mayores de no ser por las inundaciones y otras dificultades que impidieron cosechar otras 180.000 hectáreas sembradas”. Claro que el informe no aclara que esas “otras dificultades” son las mismas calamidades climáticas que la deforestación está generando.

La Argentina es la tercera productora mundial de soja, la segunda en cultivos transgénicos y la primera en aceites y harinas de soja. Pero La Argentina ostenta otro lamentable récord: el de la deforestación. En nuestro país se arrasan bosques a un ritmo seis veces mayor que el promedio mundial y, claro está, fueron pioneras en el arte de devastar sus montes las mismas provincias que se destacaron por la “muy buena performancesojera. El desmonte arrasó más de 1 millón de hectáreas, la mayoría de esa superficie es ahora cubierta por el desierto verde de la soja, desierto donde sólo se escucha el viento por que la vida silvestre se fue con la ceniza de los árboles.

Es un verdadero escándalo: A pesar de las advertencias de los ambientalistas y científicos comprometidos, en la Argentina se desmontan cada vez más bosques, y a mayor velocidad: entre 2002 y 2006, la deforestación creció casi un 42% respecto del período que va de 1998 a 2002. El avance más importante de la frontera agropecuaria se produjo en la región del Parque Chaqueño. Santiago del Estero encabeza el ranking de desmonte: 515.228 hectáreas en estos cuatro años, lo que significa un 71,61% más que entre 1998 y 2002.
Pero la mayor aceleración se registra en Salta, donde, en este lapso, la desaparición de masa boscosa (414.934 hectáreas) fue un 113,45% mayor que entre 1998 y 2002.

Mientras tanto en el sacrosanto Congreso de la Nación el proyecto de ley que impone restricciones al desmonte, sancionado por Diputados, está frenado por los senadores de ocho provincias, sobre todo Salta, Formosa y Misiones. Los mismos senadores que se vendieron a la Banelco de la flexibilización laboral hoy lo hacen a los jerarcas de la patria sojera.

La Ley de Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos ya cuenta con media sanción y es impulsada por organizaciones de todo el país, entre ellas Greenpeace, Taller Ecologista de Rosario, Fundación Proteger de Santa Fe, Fundación M-Biguá de Entre Ríos, Movimiento Campesino de Santiago del Estero, Federación Agraria Argentina, Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines, Organización de Pueblos y Naciones Indígenas en Argentina, Fundapaz, Fundación Vida Silvestre Argentina y Fundación Ambiente y Recursos Naturales.
La norma establece la moratoria a los desmontes hasta tanto las provincias realicen un ordenamiento territorial de los bosques nativos que garantice el uso sustentable de los mismos, y prohíbe explícitamente el otorgamiento de permisos de desmonte en zonas tradicionalmente habitadas.

Actualmente, la patria sojera arrasa con un promedio de 821 hectáreas de bosques por día, es decir, 34 hectáreas por hora, un lamentable récord mundial.

La deforestación es seguramente la peor de las catástrofes ecológicas que sufre nuestra patria, sin embargo en el Congreso el proyecto de ley de bosques que restringiría al desmonte, está frenado por senadores de ocho provincias, sobre todo Salta, Formosa y Misiones. Pocas esperanzas nos quedan de que se detenga este crimen porque todos esos senadores que cajonean la ley de bosques son los mismos que apoyan el proceso reeleccionista de la pareja presidencial…
M.S.
Programa del 19 de julio de 2007

No hay comentarios: