sábado, 8 de septiembre de 2007

PROMESAS VANAS DE UN AMOR

Tanto se habla de la crisis energética, sin embargo, nuestro país tiene condiciones excepcionales por la constancia, dirección y velocidad del viento que lo hacen especialmente apto para el aprovechamiento de la energía eólica. El potencial de las zonas costeras del S.E. bonaerense, el Oeste Cuyano y, en particular, la Patagonia que conforma una de las regiones de mayor potencial eólico del Planeta, está siendo desperdiciado día tras día.

Para poder mensurar el potencial eólico de nuestro país, digamos que el uso del recurso eólico se puede proyectar cuando el promedio de vientos es superior a 4m/s (14km/h). Por encima de los 7m/s los costos de generación ya compiten con los del gas natural. En la Patagonia son muy comunes los sitios con promedios de 9m/s (32km/h). Lugares como Pico Truncado presentan records mundiales absolutos en materia de regularidad de sus vientos (11 m/s).

Sin embargo, la energía eólica, en sus diversas aplicaciones, no ha tenido un apoyo real en nuestro país; como sí lo han tenido las energías contaminantes como la nuclear y, ni que hablar, las basadas en la quema de combustibles fósiles.

Actualmente la potencia eólica en nuestro país es de alrededor de 30 MW, nada si se los compara con los 21000 MW de Alemania, los 12000 MW de España y los EE.UU. La India tiene una potencia instalada de 6300MW y Dinamarca de 3200MW. Somos los reyes del desperdicio.

Néstor Kirchner fue electo Gobernador de la Provincia de Santa Cruz a fines de 1991 y reelegido en 1995 y 1999. En 1993 Kirchner prometió implementar un proyecto por el que se instalaría en Río Gallegos una enorme granja eólica de 9600 MW. Nunca dejo de ser una delirada promesa… En 1998, el gobierno de Menem promulgó la Ley Nacional 25.019 de “Promoción de la Energía Eólica y Solar” y prometió en su oportunidad un plan de inversión de 2250 millones de dólares en 10 años para construir parques eólicos en Chubut, Neuquén y Río Negro con una producción de 3000MW. Nada de eso ocurrió…

Las razones del freno a la energía eólica hay que encontrarlas en las excelentes relaciones que nuestros gobernantes mantienen con los sectores del lobby petrolero. Pero también se debe hurgar en influencias del lobby nuclear en cuyas empresas el Ejecutivo ha confiado buena parte del plan de desarrollo eólico actual.

El 26 de febrero de 2005 se firmó la Carta de Intención para el Desarrollo de un Plan Estratégico Nacional de Energía Eólica entre el Ministerio de Planificación Federal de Julio de Vido y la Provincia del Chubut, gobernada por Mario Das Neves. Al mejor estilo K, el plan fue relanzado en agosto del año pasado.

El objetivo inicial del plan era desarrollar, en el término de tres años, 300 MW en el territorio nacional con un desembolso aproximado de US$ 300 Millones. El primer proyecto a instalarse era “Vientos de la Patagonia I” en las proximidades de la ciudad de Comodoro Rivadavia, con una potencia instalada de 60 MW, previéndose su puesta en funcionamiento hacia mediados del año 2006. Un segundo proyecto (“Vientos de la Patagonia II”) se instalaría en la provincia de Santa Cruz (60 MW), luego en la provincia de Buenos Aires (100 MW), y el resto se distribuiría en parques de diversos tamaños en otras provincias (Neuquén, Río Negro, La Rioja, San Juan, etc.).

Para cada Proyecto se designó a ENARSA como Unidad Coordinadora de Negocio y al C.R.E.E. (Centro Regional de Energía Eólica) como Unidad Coordinadora Tecnológica. Asimismo, cada provincia designaría a su representante.

En este esquema INVAP aportaría la tecnología (de la que hasta ahora sólo hay planos y prototipos) y la elaboración del Mapa Eólico Nacional. La relación entre esos prototipos y los equipos que requerirían las granjas eólicas es como la de un aeroplano versus un Boeing.

Mientras tanto el tiempo pasa y los rumores de falta de transparencia se van convirtiendo en certezas.

En este tema (el de los proyectos eólicos) como en otros aparece la figura de Cristóbal Manuel López: En el año 2001 K gobernaba Santa Cruz y le otorgó tres permisos para centros de juego. Dos años más tarde, la Lotería Nacional kirchnerista lo autorizó a instalar 150 máquinas tragamonedas en el Hipódromo de Palermo. Su empresa –Casino Club– suma once salas en todo el país y trascendió que busca asociarse al casino flotante porteño. Cristóbal López tiene llegada directa Néstor Kirchner y maneja un imperio que va desde el aceite de oliva hasta la recolección de residuos. Sin embargo su fortuna la hizo abriendo casinos en las provincias del sur.

El empresario K Cristóbal Manuel López (dueño de Oil M&S) ya se benefició con la concesión de varios pozos petroleros y se prepara ahora para mojar el pancito en la salsa de los vientos patagónicos. De hecho, el director de ENARSA, Exequiel Espinosa, fue puesto “a sugerencia" de Cristóbal López cuyo anonimato se va rompiendo como resultado de los negociados con el Casino flotante de Puerto Madero.

Que la corrupción “siga jugando ajedrez” ya es grave, pero lo peor de todo es que en materia de energía eólica, todo sigue igual…
M.S.
Programa del 14 de junio de 2007

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